El Pleno del Senado declaró el 10 de septiembre de cada año como el “Día Nacional para la Prevención del Suicidio”, con el propósito de concientizar a la población y a los grupos más vulnerables sobre las enfermedades mentales y todo aquel padecimiento o situación que puede llevar al suicidio.
El dictamen fue avalado por unanimidad con 86 votos y se turnó a la Cámara de Diputados.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que del año 2000 al 2014, la tasa de suicidios de elevó de 3.5 a 5.2 por cada 100 mil habitantes. En México, el suicidio es la décimo quinta causa de muerte; en 2014 se registraron 6 mil 337 suicidios.
De acuerdo con el dictamen, el 75 por ciento de las muertes por suicidio está directamente asociado con el padecimiento de un trastorno mental, principalmente con la depresión. 40.2 por ciento del total nacional de suicidios se encuentra entre la adolescencia y la juventud; alcanza una tasa promedio de 7.9 por cada 100 mil personas en ese segmento de edad.
Al presentar el dictamen, el senador Salvador López Brito, presidente de la Comisión de Salud, destacó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 20 millones de intentos de suicidio al año y que uno de cada 20 personas que intentan suicidarse lo logra, tendencia que se agudiza en la juventud sin importar el grado de desarrollo económico del país.
Equivale a una tasa de mortalidad de 16 suicidios por cada 100 mil personas en el mundo, o bien una muerte por suicidio cada 40 segundos. En los últimos 45 años, la tasa aumentó 60 por ciento, colocando al suicidio entre las tres principales causas de muerte, en personas de 15 a 44 años de edad.
El senador del PAN, Jorge Luis Lavalle Maury, aseguró que contar con un Día Nacional para la prevención del suicidio hará que las y los mexicanos encuentren alternativas, se informen y sepan que sus problemas tienen solución. Este decreto abona a la difusión de información y para que los gobiernos tomen las decisiones adecuadas y las transformen en políticas públicas.
El senador del PAN, Jorge Luis Lavalle Maury, aseguró que contar con un Día Nacional para la prevención del suicidio hará que las y los mexicanos encuentren alternativas, se informen y sepan que sus problemas tienen solución. Este decreto abona a la difusión de información y para que los gobiernos tomen las decisiones adecuadas y las transformen en políticas públicas.
El 30 de octubre de 2018, el Comité de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas adoptó una observación general relativa al derecho a la vida, cuyo punto 10 refiere específicamente al flagelo del suicidio. En ese sentido, el Comité considera que los Estados partes deben reconocer que las personas que planifican o intentan suicidarse pueden verse llevadas a ello debido a una crisis momentánea que puede afectar a su capacidad para tomar decisiones irreversibles, como poner fin a su vida. Por tanto, deben adoptar medidas adecuadas, sin incumplir otras obligaciones derivadas del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que tiene jerarquía internacional en Argentina, para prevenir los suicidios, especialmente entre las personas que se encuentran en situaciones particularmente vulnerables.
En tanto, desde el año 2003, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha promovido cada 10 de septiembre el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. El objetivo de este día es concientizar a nivel mundial que el suicidio, en muchos casos, puede prevenirse. Los datos, a escala global, son estremecedores: el suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades. Es responsable de más de 800.000 muertes, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos.
Por esas razones, el suicidio debe enfrentarse como un tema prioritario de salud pública por parte de las autoridades gubernamentales, atendiendo y garantizando la protección de la salud a nivel poblacional, la promoción de estilos de vida saludables, las campañas de concientización, la educación y la investigación en la materia, garantizando con ello, el derecho humano a la salud.